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Conociendo los encantos de Ronda en un día de viaje en coche

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Las rutas en coche cuando se está pasando las vacaciones en la costa suelen conducir a otras poblaciones con playas o calas, de tal manera que tomar la dirección del interior de la provincia suele ser menos frecuente, salvo para la visita a parques de atracciones o a algún paraje natural que resulte interesante.

Esto tal vez se deba a que quien busca «desconectar» de su lugar de residencia, por lo general en una ciudad muy diferente a localidades como Nerja, Torrox, Motril… quiere encontrar el mayor contraste posible con la que fue su vida diaria.

Sin embargo, rechazar una visita al interior de Málaga o de Granada, que son las dos provincias donde Planet Drive ofrece sus servicios de alquiler de vehículos, no es precisamente una decisión acertada, sobre todo cuando las vacaciones se extienden a lo largo de varias semanas.

En un artículo anterior recomendamos la visita a Ronda y en el actual vamos a realizar un recorrido visual que aconsejamos a todas las personas que visiten esta encantadora ciudad malagueña.

Incluso para quienes están pasando en ciudades tan distantes de Ronda como Nerja, les merecerá la pena esas dos horas en coche.

Tras el viaje a Ronda, que aconsejamos a primera hora de la mañana, para poder desayunar en esta ciudad, por ejemplo, los molletes con zurrapa de lomo, que es un desayuno típico rondeño, nos tenemos que desplazar hasta la Plaza Ruedo Alameda. Allí mismo vamos a encontrar varios bares donde podremos desayunar.

Vamos a entrar por la Puerta de Almocábar y vamos a seguir caminando por la Calle Espíritu Santo hasta nuestra primera parada para contemplar la Iglesia de Santa María y del Espíritu Santo, que es precisamente la que aparece en la zona inferior de la siguiente imagen interactiva.

Continuamos por la pendiente Calle Armiñán con vistas al entorno de Ronda.

Seguimos hasta ver a nuestra izquierda una calle con unas escaleras que conducen a la Plaza de la Duquesa de Parcent, que será nuestra nueva parada.

Si tiene previsto marcharse de Ronda después del almuerzo, entonces siga por la calle de Arminán hasta el Puente Nuevo, pero mucho más interesante es que primero conozca el Puente Viejo. Tampoco le va a llevar más de una hora.

Lo que tiene que hacer es desviarse desde Armiñán a partir de la Plaza Abul Beka, que queda a su derecha en esa ascensión.

En el entorno de la Fuente de los Ocho Caños encontrará algunos locales donde tomar algún otro refrigerio, que se agradecerá si este viaje lo está realizando en pleno verano.

En Ronda hay multitud de tapas, así que no le resultará fácil reponer fuerzas.

Como sucede con cualquier otro monumento, el Puente Nuevo hay que verlo a cierta distancia, y nada mejor que los miradores a los que se podrá acceder en la entrada que hay cerca del Puente Viejo.

Ahora sí, llegamos al Puente Nuevo. Pero fíjese que lo más impresionante del puente no lo va a poder ver desde ese lugar. Por lo tanto, no caiga en el error de hacer una visita de muy corta duración. La visita a los miradores es prácticamente obligada.

Seguimos por la Calle Virgen de la Paz hasta el entorno de la Plaza de Toros. En este lugar va encontrar con facilidad numerosos restaurantes. Probablemente ha llegado la hora del almuerzo, que le aconsejamos que se tome con tranquilidad, para evitar las horas de mayor calor. Intente que comience entre las 2-3 de la tarde y prolónguelo todo lo que pueda, pues a su salida le espera un calor más que notable. Si ve que el calor le resulta excesivo, apúntese a entrara a algún otro local climatizado para esperar hasta las 6-7 de la tarde.

Si se lo puede permitir  quédese a pasar la noche en Ronda y no se marche hasta el día siguiente.

Podrá conocer la calle comercial de Carrera de Espinel, que los locales llaman la calle de la bola. También podrá conocer Ronda de noche, podrá visitar el Parque de la Alameda, y de nuevo al día siguiente se encontrará con la simpatía local en su desayuno.

Ronda es una ciudad que merece un viaje de un par de días. Seguro que en esta ciudad también va a desconectar con la que fue su vida diaria.